Son muchas las parejas con problemas derivadas de la relación con los hijos no comunes.
Una pareja sin hijos o con hijos comunes tal vez se enfoca de manera diferente a situaciones cotidianas, pero cuando los hijos es de uno sólo de los miembros de la pareja, pueden existir fricciones que siempre, absolutamente siempre, tienen solución, especialmente si se saben gestionar a tiempo.
Problemas de pareja por hijos no comunes
Los problemas de parejas con hijos de anteriores relaciones
Una pareja tiene dificultades naturales, pues todo pareja pasa por etapas mejores y peores con diferencias que las pueden hacer mejorar, pero también tambalearse.
Los problemas con los hijos siempre estarán en cada etapa de la evolución y crianza, es por ello que los hijos comunes suponen un reto, pero los no comunes lo son aún más:
- Existen roles familiares que pueden entrar en colisión con la relación de pareja.
- El otro progenitor puede suponer un elemento de distorsión en la relación tanto con la pareja como con el hijo.
- Desde el punto de vista del hijo tampoco es fácil tener relación con sus progenitores y las nuevas parejas.
Además, las parejas que se forman en las que una de ellas tiene algún hijo fruto de una relación anterior, debe de aceptarse desde el inicio. Es un reto, no está exento de dificultades, pero es una bendición y algo que en positivo puede ser maravilloso.
En muchos momentos una pareja necesitará pasar más tiempo junta o no tener que estar limitada por los cuidados del hijo teniendo en cuenta que el hijo no es común, pero toda pareja debe de partir de una base adecuada en la que existe consideración entre todos los miembros.
Lo que debe de tener claro cualquier pareja es que si existe un hijo de uno sólo de los miembros de la pareja, forma parte de la unión sentimental, pues todo lo importante para la vida de uno debe de serlo para los dos, pues de lo contrario se entraría en una relación basada en el egoísmo y la falta de empatía sentimental.