Cada vez se habla más del síndrome del progenitor quemado como aquel fenómeno de hartazgo de muchos padres y madre en relación a los cuidados y atenciones de los hijos cuando se tornan tediosos.
No existe un diagnóstico oficial o reconocido con ese nombre en los manuales diagnósticos como el DSM-5.
Sin embargo, es posible que te estés refiriendo al síndrome de desgaste o agotamiento parental, que se caracteriza por el estrés crónico y la fatiga emocional que experimentan los padres debido a las demandas y responsabilidades de cuidar a sus hijos. Este síndrome puede presentarse cuando los padres se sienten abrumados, agotados y desmotivados en su rol parental.
El síndrome de desgaste parental puede tener un impacto negativo en la salud física y mental de los padres, lo que puede afectar su capacidad para cuidar adecuadamente a sus hijos. Es importante que los padres que experimentan este tipo de estrés busquen apoyo y ayuda, ya sea a través de terapia individual, terapia de pareja, grupos de apoyo u otras formas de asistencia.
Es fundamental reconocer que ser padre puede ser desafiante y que es normal experimentar momentos de agotamiento. Sin embargo, si el estrés se vuelve abrumador y persistente, es importante buscar ayuda profesional para abordar y manejar la situación de manera adecuada.